Introducción.
Antes de meternos de lleno en el tema, hay que tener claro qué es el lettering, la caligrafía, así como la tipografía. Si bien es verdad que son conceptos muy relacionados entre sí, no son lo mismo. De manera muy esquemática podemos decir que la tipografía son un conjunto de caracteres «prefabricados» (letras, números, etc.) con un estilo común (por ejemplo cualquier tipografía de las que utilizas en tu ordenador), la caligrafía sería el arte de escribir de forma bonita y armoniosa, y el lettering el arte de dibujar letras.
En lo que al lettering respecta, existen verdaderos expertos (denominados letristas) que han llevado a lo más alto este arte, como Yani Arabena y Guille Vizzari, Martina Flor y Panco Sassano entre otros.

Lettering sobre guitarra por Panco Sassano. Fuente: behance.net/pancosassano

Trabajo de lettering para branding de bebida. Fuente: yaniguille.com
Para el desarrollo de este post usaré como ejemplo práctico un trabajo recién salido del horno, como es el lettering realizado para el blog de tendencias Backestage.
Paso 1: enfocarse en un estilo concreto.
Con el fin de evitar distracciones y optimizar el proceso de creación mi recomendación es seleccionar un estilo concreto antes de proceder a bocetar. En este caso, y tras varias reuniones con el cliente yo tenía clara cual sería mi elección, decantándome por un lettering monolineal por las ventajas de este tipo de lettering.

Ejemplo de lettering monolineal. Fuente: society6.com
Paso 2: bocetado.
Tras fijar un estilo concreto, lo siguiente es bocetar diferentes composiciones que se nos puedan ocurrir sin entretenernos en pequeños detalles, ya que estamos buscando aproximarnos a una composición concreta y no debemos perder tiempo en detallar bocetos que no vayamos a aprovechar más tarde. Sino tenéis nada en mente os aconsejo echar un ojo a libros específicos de la materia, así como a trabajos ya realizados, estudiándolos al detalle.

Detalle de los primeros bocetos del trabajo de lettering.
Una vez realizados los diferentes bocetos, seleccionamos aquel que más se ajuste a nuestras necesidades. En mi caso, yo descarté todos los anteriores bocetos y opté por una composición más circular tras hablar con el cliente.

Detalle del boceto de la composición seleccionada.
Tras seleccionar una composición concreta debemos realizar un boceto lo más detallado posible que iremos puliendo en los pasos posteriores.
Paso 3: correcciones.
En este punto iremos realizando sucesivas correcciones de nuestro lettering, calcando el mismo con la ayuda de un papel vegetal, aprovechando cada calco para realizar las correcciones necesarias. El objetivo de este proceso es obtener un resultado lo más aproximado a nuestro lettering final.
Paso 4: vectorización de nuestro lettering.
En esta fase digitalizaremos nuestro trabajo con la ayuda de un programa de vectorización como Inkscape (gratuito y muy recomendado) o Illustrator (de pago). Si bien es verdad que a estas alturas deberíamos tener nuestro diseño final entremanos, podemos aprovechar el proceso de vectorización para realizar pequeñas modificaciones que se no hayan podido ocurrir durante el proceso de diseño, como ligaduras y otros detalles.

Detalle del proceso de vectorización.
Paso 5: presentación final de nuestro trabajo.
Con nuestro diseño final ya digitalizado nos queda presentar nuestro trabajo de la manera que creamos más conveniente. Yo he optado por incluirlo encima de una acuarela, otorgándole ese toque personal y único (+info sobre acuarelas en el diseño gráfico), obteniendo el siguiente resultado.

Aspecto final del trabajo de lettering realizado para Backestage.
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